Es esencial comprender que el pasado no es garantía absoluta y que el seguro de crédito ofrece una cobertura invaluable para las ventas futuras. Las cuentas por cobrar desempeñan un papel significativo en el equilibrio financiero de la empresa y asegurar estas transacciones es una medida imprescindible para garantizar la existencia a largo plazo del negocio.

Las insolvencias pueden surgir repentinamente siendo responsables del 50% de todas las quiebras empresariales. Aunque conozcamos a nuestros clientes y llevemos el control de nuestros cobros, debemos reconocer los riesgos potenciales y valorar una gestión activa de créditos. Con la ayuda de una compañía especializada en Seguro de Crédito, podremos fortalecer nuestra protección y gestionar de manera adecuada los riesgos asociados a nuestras operaciones comerciales.

Es relevante reconocer que contar con un sistema de control no puede reemplazar la protección ante posibles pérdidas en sus créditos, debido a que su procedimiento se basa en experiencia e información propia, lo que puede ser insuficiente cuando se trata de nuevos clientes. Por otro lado, al tomar decisiones de crédito con una aseguradora, accedemos a una valiosa cantidad de información de diversas fuentes, lo que fortalece nuestro enfoque en la gestión de créditos y nos ayuda a evaluar riesgos de manera más efectiva.

Al adquirir un seguro de crédito, obtienes una cobertura valiosa y gestión profesional de créditos, con la ventaja de deducir la prima de impuestos. Aunque la prima implica un riesgo calculable, el seguro brinda tranquilidad frente a pérdidas incobrables.

La estrategia se centra en proteger a todos los clientes que son solventes y tiene buen comportamiento de compra, pero estamos plenamente conscientes de que incluso aquellos que parecen altamente confiables pueden entrañar riesgos. Al evaluar la solvencia de los clientes, se toman decisiones informadas y se rechaza la idea de asegurar a aquellos que, por su propio beneficio no deberían recibir crédito. Nuestra prioridad fundamental es evitar cualquier tipo de perjuicio y evitar gastos innecesarios. Además, este enfoque permite optimizar la estructura de nuestra cartera y asegurar el cobro de las ventas. Con información detallada podemos negociar acuerdos de garantía, como pagos adelantados con aquellos clientes no asegurados lo que fortalece la seguridad en las transacciones.